domingo, 8 de noviembre de 2009

Este adiós no maquilla un hasta luego. Este nunca no esconde un ojalá. Estas cenizas no juegan con fuego. Este ciego no mira para atrás. Este notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré. Ahórrate el acuse de recibo. Estas vísperas son las de después. A este ruido tan huérfano de padre, no voy a permitirle que taladre, un corazón podrido de latir. Este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca. Estos ojos no lloran más por ti.
No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón tan maltrecho y ajado que está cerrado por derribo. Por las arrugas de mi voz se filtra la desolación de saber que éstos son los últimos versos q te escribo. Para decir "con Dios" a los dos nos sobran los motivos.

No hay comentarios: